Un día te levantas, entras en la web de compartir fotos Flickr, que pertenece a Yahoo, y te encuentras con que un retrato tuyo está en las marquesinas de los autobuses de Adelaida (Australia) como publicidad de la compañía de teléfonos Virgin Mobile. Esto es lo que le ocurrió a Alison Chang, una chica estadounidense de 15 años, cuya familia acaba de presentar una querella contra la empresa y Creative Commons, una firma sin ánimo de lucro que ha creado un sistema de autorizaciones para el uso y la distribución de fotos sin problemas legales de derechos de autor.

Pero es que una cosa es el derecho de autor y otra el derecho a la propia imagen, dice Chang, a quien se le cayó el mundo encima --la querella la describe como "humillada" y "dolorida"-- cuando vio su foto con un eslogan publicitario hiriente (Dump your pen friend viene a significar líbrate de tu amigo pelmazo o perdedor). "¡Eh! ¡Esa soy yo! No es un chiste. Creo que estoy siendo insultada", escribió Chang en Flickr. El caso es especialmente complicado porque Chang no colgó la foto en internet, pero su autor dio autorización para uso comercial.

COLONIAS EN AUSTRALIA Para Chang, todo empezó en unas colonias cristianas organizadas por su iglesia en Australia. Justin Ho-Wee Wong, su monitor, tomó fotografías perfectamente inocentes del campo, entre ellas a Chang con una amiga. Wong es un adicto a Flickr, donde tiene colgadas más de 11.000 fotos. Flickr es una más de las webs de relaciones sociales, especializada en fotografía. Los usuarios cuelgan sus fotos, que pueden ser compartidas por los internautas. En esta web es donde Wong colgó sus fotos de las colonias, entre ellas las de Chang. Irónicamente, fue un usuario de Flickr el que se dio cuenta de la publicidad y así lo comunicó... felicitando a Wong porque su foto hubiera sido elegida.

El caso es que Wong había marcado la foto como disponible para uso comercial sin obtener permiso del autor usó el sistema de licencias creado por Creative Commons, una empresa sin ánimo de lucro que pretendió salvar los problemas de copyright que surgen en internet creando un sistema de licencias con el que cada internauta marca su material.

El reto para los jueces es ahora discernir quién tiene razón, en un fallo que grupos interesados en derechos de autor y la libertad creativa en internet siguen con mucho interés. Luego está Chang, una joven que no autorizó a nadie a usar su imagen.