Tamara Rodríguez, que explica que comenzó a jugar al voleibol con ocho años, asevera que año tras año, esa diversión se transformó en una afición "que ahora ya no puedo dejar, y eso que este año, que estudio Segundo de Bachillerato, hay que estudiar más, pero si te organizas bien, sacas tiempo para los estudios y para el voley". Asimismo reconoce que debido al deporte y los estudios, dispone de poco tiempo libre, y que éste lo invierte en "estar con mis amigas y salir a andar de vez en cuando".

Se confiesa extrovertida, le gusta relacionarse con la gente, aunque advierte que al mismo tiempo tiene un carácter "difícil", y añade que lleva "bastante bien" lo de ser la benjamina del equipo, "porque el resto de la plantilla me trata como una más, y así me siento yo".

"A 2011 le pido que todas las familias de Arroyo de la Luz y de Extremadura disfruten de sus familias, que olviden por unos días les penas, y sobre todo que nuestra afición siga acompañándonos y animándonos como hasta ahora, que nunca se olviden del voleibol", concluye.

La benjamina del Arroyo afirma que su equipo "resurgirá" en 2011 "del palo que supuso que no nos clasificásemos para la Copa de la Princesa, y eso nos hará aún más fuertes".

Tamara señala que la inesperada derrota cedida el pasado 18 de diciembre ante el VP Madrid "fue un golpe muy para todas nosotras, no sólo por lo que deportivamente suponía para el equipo y el club, sino por la ilusión con que nuestra afición esperaba ese triunfo".

"Pero no se logró y hay que cerrar ya ese capítulo, por el que bastante hemos sufrido, y sólo nos queda levantarnos y pensar que aquello que no puede con nosotros, nos hace más fuertes", apunta. Acerca de la trayectoria del conjunto de Arroyo de la Luz en Superliga 2, la jugadora refiere que para ser el año del debú en esta categoría, "lo estamos llevando bastante bien, poquito a poco, adaptándonos a una competición donde el resto de equipos son profesionales y las jugadoras más altas que nosotras".

Respecto de las nuevas incorporaciones esta campaña, la húngara Beatrix Meléndez-Pál y la hispano-cubana Belinda Sánchez, Tamara asegura que "nos han favorecido mucho para colocarnos en la parte alta de la tabla clasificatoria".

"Su trabajo ha sido muy bueno, como también su rápida asimilación de los conceptos de juego del equipo, y con Flavia, Helen, Yohana, Gala, Bea y el resto hemos logrado conformar un bloque compacto, que sin duda debe seguir trabajando para seguir aspirando a cotas más altas", argumenta.

En cuanto al papel que desempeña en la escuadra arroyana, comenta que en lo que más interés pone es en aprovechar las oportunidades que le da su entrenador, Adolfo Gómez.