José Ángel Arregui, el religioso español detenido en Chile por pederastia, ha sido condenado hoy a más de dos años de prisión (un total de 817 días) por pertenencia de pornografía infantil. El cura deberá cumplir íntegramente la pena en la cárcel al desestimar el juez la petición de la defensa de otorgarle el beneficio de la libertad vigilada.Arregui, nacido en Bilbao en 1957, profesor en algunos centros de la Comunidad de San Viator en España, fue detenido en Chile el 14 de agosto de 2009, acusado de almacenar material pornográfico infantil. El detenido estaba prisión preventiva.

La policía le descubrió 2.000 imágenes pornográficas con menores y 450 horas de grabación con cámaras ocultas instaladas en escuelas de Vitoria, Basauri y Madrid, con contenido pederasta. El religioso había confesado antes del proceso que se sentía atraído especialmente por niños de rasgos femeninos, una perversión que ha atribuido a "la soledad y las carencias afectivas".

Extradición

Algunas víctimas españolas han reconocido ante la Guardia Civil los abusos y están dispuestas a denunciarlo. Un paso imprescindible para poder solicitar su extradición a España.Al levantarse el secreto del sumario, se desveló que el detenido dio clases de Educación Física, Lengua o Religión en siete colegios de España, en tres de los cuales --San Viator de Vitoria y Madrid, y en el centro San José de Basauri (Vizcaya)-- se produjeron los supuestos abusos.

En los gimnasios, vestuarios y en las duchas de estos centros, el religioso filmó presuntamente al menos a 15 menores de 12 a 14 años, que sufrieron, supuestamente, tocamientos, masturbación, agresiones físicas o penetración con objetos.La Policía chilena llegó hasta el religioso español al percatarse de que alguien descargaba pornografía infantil desde el Liceo Politécnico El Señor, en el municipio de Renca, al norte de Santiago.

En el ordenador de la residencia los detectives de la Policía de Investigaciones chilena descubrieron una carpeta con el nombre del detenido, en la que originalmente estaba el material pornográfico, que había sido borrado, aunque posteriormente él mismo lo entregó.