China inició hoy tres días de luto oficial por las víctimas del terremoto de hace una semana en Sichuan, cuyo número de fallecidos ascendió ya a 34.073, en una decisión sin precedentes en la historia del país, que reservaba este tipo de homenajes para los líderes políticos. La mayoría de las muertes, 33.570, corresponden a la provincia de Sichuan, la provincia más azotada de las siete que resultaron afectadas por el seísmo y donde otras 5.260 personas permanecen sepultadas bajo los escombros, según datos oficiales.

El temblor dejó además 245.108 heridos, 233.810 de ellos en Sichuan, informó el Consejo de Estado (ejecutivo). Según publicó la agencia oficial, Xinhua, más de 200 trabajadores que trabajaban en la reparación de las vías de comunicación afectadas por el seísmo quedaron enterrados bajo avalanchas de lodo en los últimos tres días, sin que se conozca por el momento si han fallecido o no.

Emotivo tributo

A las 14.28 horas (6.28 hora GMT), justo una semana después de que se produjera la catástrofe, toda China paró durante tres minutos, los mismos durante los que la tierra tembló en Sichuan, para rendir tributo a las víctimas. Un espacio corto de tiempo, pero cargado de simbolismo y emotividad que remarcó hasta qué punto ha calado la tragedia en el gigante asiático, que nunca antes en su historia había vivido tres días de luto oficial en memoria de ciudadanos comunes.

Tres minutos durante los que toda la sociedad china detuvo su actividad y salió a las calles para guardar silencio al tiempo que las sirenas de los barcos y los trenes y las bocinas de los automóviles de todo el país tronaban en señal de duelo. Las banderas de todas las instituciones oficiales chinas tanto dentro como fuera del país ondearán a media hasta durante los tres días de luto oficial, en los que la antorcha olímpica, elevada a categoría de asunto nacional, interrumpirá también su recorrido en señal de respeto y homenaje hacia las víctimas.

La mayor tragedia natural vivida en el país

Cumplida una semana del terremoto, la Oficina Sismológica China indicó que la intensidad del seísmo alcanzó los 8 grados en la escala de Richter en vez de los 7,8 inicialmente señalados, un temblor que ya se ha convertido en la mayor tragedia natural vivida en el país en las últimas tres décadas. Con todo, y pese al tiempo ya transcurrido, aún siguen produciéndose "milagros" y hoy fueron rescatadas dos mujeres con vida de entre los cascotes en las localidades de Beichuan y Tianchi, por lo que un total de 60.020 personas, según cifras oficiales, han sido ya liberadas con vida de entre los escombros.

Otra de las noticias positivas del día se produjo en relación al estado de los embalses de la zona afectada por el seísmo, cuyo peligro de rotura, según fuentes oficiales, remite. "En términos generales todas las presas de la zona están relativamente estables y seguras, siempre que no se sigan produciendo réplicas ni lleguen inundaciones", afirmó el ingeniero jefe de la Comisión Estatal de Regulación Electrica, Gu Junyuan. El recuento continúa, pero no solamente el de víctimas humanas, ya que, según sostuvo hoy el viceministro de Industria y Tecnologías de la Información, Xi Guohua, las pérdidas de las empresas del sector industrial de Sichuan superan los 9.606 millones de dólares (más de 6.151 millones de euros). Xi también explicó que las malas condiciones climatológicas están dificultando la asistencia por aire a los afectados del terremoto.

Por su parte, Qin Gang, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, avanzó hoy que China permitirá la participación de equipos médicos extranjeros en las labores de atención a las víctimas y que se sumarán así a los ya trabajan desde el viernes y que pertenecen a Japón, Singapur, Corea del Sur y Rusia, en las tareas de rescate de los sepultados. Los equipos de rescate chinos, en los que se incluyen más de 130.000 efectivos militares y paramilitares, han conseguido ya llegar a las 3.669 localidades afectadas por el terremoto.

Mientras tanto, Pekín continúa recibiendo donaciones tanto del interior como del exterior del país, cuya cantidad conjunta alcanzó hoy los 1.550 millones de dólares (992 millones de euros). Pese a que la tragedia está aún más que presente en la vida diaria de los ciudadanos, China trata de recuperar la "normalidad" como puede, pese a que el miedo, en forma de réplicas en las zonas de Sichuan más castigadas por el seísmo no desaparece. Así, la refinería Petrochina, la mayor del país asiático junto con Sinopec, aseguró hoy que reanudará en breve el suministro de combustible en varios de los distritos devastados por el seísmo, donde se están restableciendo las comunicaciones por carretera y la electricidad.