El brutal choque frontal de dos trenes de viajeros en las inmediaciones de Bruselas provocó ayer la muerte de 18 personas, según un primer balance provisional. El número de heridos de la tragedia ferroviaria ascendía a 125, varias decenas de ellos de gravedad. Este es el accidente ferroviario más grave sufrido por Bélgica en más de 50 años. El choque se produjo poco después de las 8.30 de la mañana entre las estaciones de las localidades de Halle y Huizingen, en la periferia suroeste de Bruselas, en hora punta del tráfico ferroviario alrededor de la capital belga.

CONDUCTOR FALLECIDO El accidente puede haber sido consecuencia de que uno de los trenes no respetó un semáforo en rojo y golpeó a gran velocidad al otro convoy. Las autoridades políticas descargaron de este modo la responsabilidad del accidente sobre uno de los conductores fallecidos, sin plantearse un mal funcionamiento del sistema de señales. La compañía ferroviaria belga, por su parte, consideró prematuro especular sobre las causas del accidente.

"El choque ha sido espantoso, terrible", explicaban los viajeros supervivientes. Los dos vagones motrices se han empotrado uno en el otro y han quedado levantados en el aire. Mientras algunos vagones de los convoyes quedaban tumbados de lado, otros se habían visto reducidos a un amasijo de hierros retorcidos.

El impacto fue tan brutal que algunos pasajeros salieron despedidos por las ventanas y otros sufrieron amputaciones traumáticas. En los dos trenes viajaban entre 250 y 300 personas, según fuentes oficiales. Los bomberos y los equipos de socorro evacuaron durante la mañana de ayer a los heridos. Después del mediodía, comenzaron a retirar los cadáveres.

El tren de cercanías procedente de Lovaina con destino a Braine-Le-Comte fue el convoy que no respetó la señal de parada, según afirmó el gobernador de la provincia del Brabante flamenco, Lodewijk De Witte. El otro convoy, que cubría la línea Quiévrain-Lieja, respetó la señal de parada y se detuvo según lo previsto en Huizingen, aunque 10 minutos más tarde, precisó el gobernador. Luego, ese convoy fue golpeado en un cruce.

El accidente cortó el servicio de trenes de alta velocidad Thalys y Eurostar, que unen la capital belga con París y Londres. El servicio ferroviario nacional quedó interrumpido en las líneas que unen Bruselas con Tournai y Mons.