El consumo de productos halal, es decir, que han sido elaborados según establece la sharia (ley islámica), aumenta cada año en España, donde antes de que acabe el 2005 al menos 100 empresas de todos los ramos dispondrán ya del certificado que garantiza que sus productos son aptos para el consumo musulmán. Este crecimiento viene recogido en las estadísticas del Instituto Halal, el organismo autorizado por Agricultura para certificar que un producto cumple los preceptos islámicos.

El Instituto Halal, con sede en Almodóvar del Río (Córdoba), va a acabar el 2005 concediendo la garantía halal (permitido, según el Islam) a unas 50 empresas, tantas como en los tres años anteriores juntos. Esa subida ya empezó a percibirse en el 2004, cuando fueron certificadas 32 empresas, mientras que en el 2003 obtuvieron esa etiqueta 7 compañías, y en el 2002, 11.

La implantación del halal se nota sobre todo en el sector cárnico. Isabel Romero, directora del Instituto Halal, destaca el creciente interés de empresas de ese gremio por empezar a disponer o producir carne de animales sacrificados según el rito islámico. "El mercado cárnico está muy saturado, así que las compañías tienen mucho interés en ofrecer productos que puedan ser consumidos por los musulmanes que residen en España, pues son un mercado creciente". Según cifras del Instituto, los musulmanes en España consumen ya el 4% del total de carne fresca y el 8% del embutido en España.

Algunas importantes compañías alimentarias, como embutidos El Pozo, ya han conseguido ese certificado para algunos de sus productos. Otras, como la Central Lechera Asturiana, Casademont o Conservas Isabel la han solicitado.

Al contrario de lo que pudiera parecer, empresas de todos los ramos piden al Halal que atestigüe que sus productos son aptos. Así, las hay de conservas para los vinagres, de maquillajes, pintalabios, champús y cremas hasta pañales, explica.