Hallar la fórmula para combatir la obesidad es una preocupación médica de primer orden. En esa tarea trabaja un equipo de científicos del Imperial College de Londres, que ha puesto a punto una nueva terapia hormonal capaz de hacer perder en torno a los dos kilos y medio de peso al mes. El tratamiento consiste en la administración de inyecciones de una hormona llamada oxintomudulina, cuya cualidad es reducir la sensación de hambre, lo que lleva a comer menos.

A Steve Bloom, que dirige el grupo de investigadores, le llamó la atención que los pacientes patológicamente obesos que se habían sometido a una reducción del tamaño del estómago para adelgazar, producían más oxintomodulina justo después de la intervención quirúrgica. El Imperial College ha realizado con resultados esperanzadores un primer experimento con voluntarios, que dividió en dos grupos. A los primeros se les suministró una pequeña cantidad de la hormona, tres veces al día, media hora antes de cada comida, mientras el resto recibía un placebo.

Después de cuatro semanas los voluntarios del primer grupo habían perdido dos kilos y medio de peso, mientras el peso que habían rebajado los del segundo grupo apenas fue medio kilo.

Varios trabajos con animales de laboratorio han demostrado que esta hormona puede suprimir el apetito. Bloom desea ahora dar con un procedimiento más simple que las inyecciones para administrar el tratamiento, que no estará disponible en el mercado hasta dentro de cinco años. A los científicos les preocupa el uso abusivo que algunas personas, como los anoréxicos, pueden hacer de ella.