El comité científico que estudia el hundimiento del Prestige descartó ayer "definitivamente" que la presión pueda romper la estructura de los restos del petrolero. También mostró su seguridad en que no se van a abrir nuevas grietas, aunque se puede descubrir alguna que aún no haya sido detectada en las tres inmersiones llevadas a cabo por el Nautile .

El comité, formado por 12 expertos en distintas áreas y presidido por Emilio Lora-Tamayo, sostiene que la alta presión --más de 360 atmósferas-- existente en el fondo marino donde se encuentran los dos trozos en que se partió el barco no influye sobre el estado del casco.

"Todos los tanques han compensado internamente esta presión, ya que están abiertas o rotas las tuberías del fondo de carga y descarga de cada tanque. Por tanto, la única presión que hay sobre la estructura del casco es la diferencia de presiones provocada por la menor densidad del fuel que hay dentro", señalan los científicos en un informe.

FUGAS ANTIGUAS

Los expertos del Gobierno aseguran que la carga del diseño del casco es unas 30 veces más alta, pero afirman que "este diferencial de presiones tampoco es suficiente para provocar más deformaciones plásticas que las que ya existen".

El comité dice que las fugas detectadas en la última inmersión del batiscafo, el pasado 21 de diciembre, no eran "nuevas", sino que no fueron detectadas en las misiones anteriores, porque el Nautile no pudo acceder libremente a todas las zonas. "Las grietas han sido seguramente causadas por el impacto de los dos trozos del casco contra el fondo marino", aseguran.

También recuerda que las fugas identificadas hasta ahora, sumadas las de proa y las de popa, son 20. Dos de ellas quedaron obturadas completamente, y tres, de forma parcial. Rechaza que se vayan a abrir otras vías de fuga como tapas de escotillas o registros, porque las tapas que se han abierto lo han hecho "por deformación local debida a la onda de presión transmitida en los tanques por el impacto de los pedazos del buque contra el fondo marino".

Mientras tanto, la tempestad que afecta a Galicia, con lluvias y fuertes vientos, impidió ayer por décimo día consecutivo que el batiscafo Nautile vuelva a sumergirse para seguir con el sellado de las grietas del Prestige , por las que continúan saliendo regueros de fuel.

La meteorología adversa durará al menos hasta el próximo martes, según las previsiones.