España está consiguiendo revertir la preocupante situación creada el año pasado con el desmesurado incremento de moteros muertos en la carretera. En lo que va de año, se ha logrado reducir un 29% esa siniestra cifra. Este descenso sirve para neutralizar los datos del 2007, cuando el número de fallecidos aumentó un 31%. El director general de Tráfico, Pere Navarro, atribuyó ayer esta mejoría a las medidas que tomadas después de que el verano pasado hubiese un incremento del 53%. Los 111 muertos menos de este año (268 frente a los 379 del 2007) se deben, según Navarro, a los avances en los puntos negros de las motos: fines de semana, carreteras secundarias, salidas de la vía y motos de gran cilindrada.