El Consejo de Ministros aprobó ayer un decreto y un anteproyecto de ley para culminar la trasposición de la directiva europea sobre productos de tabaco y relacionados, por el que obligará a incluir advertencias sanitarias en los envases de cigarrillos electrónicos y sus líquidos de recarga. Además, se prohíben los paquetes de tabaco de menos de 20 cigarrillos y las bolsas de tamaño pequeño de picadura.

«El objetivo principal es alcanzar la protección de la salud de los fumadores e, indirectamente, también la de los fumadores pasivos», señaló el ministro de Educación y portavoz del Gobierno, Íñigo Méndez de Vigo, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.

La trasposición, que llega con un año de retraso, ya que el 20 de mayo del 2016 finalizó el plazo que dio la UE a los estados miembros para incorporarla a sus ordenamientos jurídicos, también obliga a duplicar el tamaño de las advertencias sanitarias que incluyen las cajetillas de tabaco.

En el caso de los cigarrillos electrónicos, explicó Méndez de Vigo, las advertencias sanitarias tendrán que ocupar el 30% de la cara exterior del envase, que también deberá llevar seguridad a prueba de niños. En el resto de casos, las advertencias combinadas (textos e imágenes) en las caras anterior y posterior deberán ocupar el 65% para los cigarrillos y bolsas de picadura y textos en los laterales ocupando una superficie del 50%, algo que ya han adoptado la mayoría de fabricantes en España.

Otra de las novedades es la prohibición de comercialización de los productos del tabaco con aromas característicos, vitaminas, cafeínay aditivos asociados con energía y vitalidad, colorantes, aditivos que faciliten la ingesta o la inhalación de nicotina, y aditivos que tengan propiedades tóxicas, carcinogenéticas o mutagénicas. Se mantienen los niveles máximos de emisión de alquitrán en 10 miligramos por cigarrillo, de nicotina en un miligramo por cigarrillo, y de monóxido de carbono en 10 miligramos.