Los cinco diputados orensanos del PP que han remitido una carta al presidente de la Xunta, Manuel Fraga, y del Gobierno, José María Aznar, amenazando con dejar de acudir al Parlamento si no se destituye al secretario general del PP en Galicia, Xesús Palmou, afirmaron ayer en un escrito que defienden una línea galleguista en el partido, que se ha "diluido" en los últimos tiempos.

"Todos nosotros", señalan estos parlamentarios, afines al presidente de la Diputación de Ourense, José Luis Baltar, "estuvimos apoyando todas las acciones del presidente Fraga, que sirvieron para modernizar Galicia". Baltar es un fiel aliado de Xosé Cuiña, el despedido consejero de Política Territorial, que culpa a Palmou de su cese.

Los diputados quieren que se cumplan los acuerdos de los congresos, que definen el PP de Galicia como una fuerza galleguista. "Pero en los últimos tiempos venimos observando que esta señal de identidad gallega, que nos distingue como pueblo, que no va contra la unidad de España, se está diluyendo", dicen en su escrito.

La rebelión de estos cinco diputados amenaza con dejar al Gobierno de Fraga en minoría. Para demostrar que iban en serio, estos diputados --Miguel Angel Santalice, Roberto Castro, José Manuel Baltar, Maximino Rodríguez y María José Caldelas-- no fueron al Parlamento esta semana.