Cinco inmigrantes, entre ellos un bebé, murieron ayer ahogados en las costas de Tarifa (Cádiz) tras naufragar la patera en la que viajaban, con otras 30 personas, cuando estaban a punto de llegar a tierra a primera hora de la mañana de ayer. Efectivos de Salvamento Marítimo continuaban durante la tarde intentando localizar los cuerpos del resto de pasajeros de la embarcación, ya que hasta el momento sólo dos han sido rescatados con vida cuando trataban de salir del agua.

Los cadáveres hallados corresponden a una mujer subsahariana, el bebé que llevaba en brazos -de entre siete y nueve meses y que al principio se pensó que podría haber salvado la vida- y otros tres varones mayores de edad y de origen magrebí. Los dos supervivientes han relatado a la Guardia Civil que el naufragio se produjo sobre las seis de la mañana en la zona conocida como Paloma Baja.

Del relato de los supervivientes se desprende que, tras advertir la presencia de Salvamento Marítimo, parte de los ocupantes --unas 35 personas, la mayoría de procedencia marroquí y el resto subsaharianos-- se pusieron en pie para abordar tierra a nado, desestabilizando la embarcación neumática. El viento de Levante contribuyó a volcarla.

Esta no fue la única embarcación que llegó ayer a Andalucía. También fue interceptada una embarcación con otros 16 inmigrantes marroquíes frente a Vélez Málaga. En Cádiz, fueron interceptados y detenidos otros cinco. En Castel de Ferro fue avistada otra patera con 33 marroquíes.