Los jóvenes cacereños lideraron ayer la movilización improvisada más numerosa en Extremadura. Más de 5.000 personas llenaron anoche la plaza Mayor para mostrar su repulsa y dolor por los brutales atentados ocurridos en Madrid, al tiempo que guardaron silencio y encendieron velas en memoria de las víctimas.

La concentración, que fue impulsada por el Consejo Local de la Juventud, convirtió la plaza cacereña en el punto de encuentro de quienes querían exteriorizar su indignación ante la barbarie terrorista y su reivindicación y defensa de las libertades.

La lectura de un manifiesto, en el que se mostraba la profunda solidaridad con las víctimas y sus familiares, dio paso a un impresionante minuto de silencio, en el que los rostros dibujaban una rabia contenida y un profundo pesar. A continuación, decenas de jóvenes se dirigieron a la fachada principal del ayuntamiento donde encendieron velas en memoria de los fallecidos. Mientras tanto, los gritos contra ETA y los insultos a los asesinos enfriaban el aire de una noche templada y apacible.

Los sentimientos ilustraban mensajes a favor de la paz que quedaron reflejados en las pequeñas velas repartidas por el granítico suelo. La noche sirvió para estrechar la mano entre desconocidos y unir a padres e hijos con el único objetivo de la solidaridad con quienes han visto truncadas sus vidas por las manos asesinas del terror.

UN GRITO UNANIME Los jóvenes encabezaron el grito unánime contra la violencia y manifestaron su estupor por los acontecimientos vividos a lo largo de la jornada. "No hay derecho", "Vascos sí, ETA no" fueron sus gritos. La representación oficial corrió a cargo del alcalde José María Saponi y una nutrida representación de los grupos políticos municipales. No faltaron el presidente de la diputación, Juan Andrés Tovar, el presidente provincial del PP Laureano León así como candidatos cacereños.

La concentración concluyó sin que se registrara ningún tipo de incidente y hubo un último llamamiento por parte de las 33 asociaciones juveniles convocantes para secundar cuantas movilizaciones se organicen en Extremadura en contra de actos como los que ayer sacudieron a la capital de España; un basta ya que tuvo su mejor eco en el silencio solidario de los cacereños.