Los datos de recaudación del cine español durante este año, que ofreció ayer el Ministerio de Educación y Cultura, confirman que la industria audiovisual en España dista mucho de consolidarse. Es una montaña rusa que sube y baja dependiendo de la buena estrella de un par de películas, cuando se ruedan y estrenan más de 100 al año. El 2002 ha sido malo porque no han funcionado grandes como Almodóvar o Trueba y se han perdido más de ocho millones de espectadores. La cuota de pantalla ha bajado del 18% al 13%.

El año pasado el cine español superó los 24 millones de espectadores y éste rondará los 18 millones. Esto significa que la cuenta de resultados de la industria pierde más de 30 millones de euros con respecto al año anterior.

En este vaivén del cine español hay que considerar como atenuante que el año pasado se juntaron en la cartelera Los otros , de Alejandro Amenábar, y la segunda parte de Torrente , de Santiago Segura. Entre las dos sumaron más de 10 millones de espectadores. El gran triunfador del año ha sido Emilio Martínez Lázaro con 2,5 millones de espectadores por El otro lado de la cama . El hijo de la novia , coproducción argentinoespañola, supera el millón de espectadores, lo mismo que Los lunes al sol , de Fernando Léon de Aranoa. Los diez primeros filmes extranjeros más taquilleros son todos de Estados Unidos, excepto la primera parte de El señor de los anillos , de Nueva Zelanda. En primer lugar figura Spiderman .