Mia es una estadounidense de 27 años que haría "cualquier cosa por estar en la industria del entretenimiento". No le basta con ser una imitadora de Britney Spears, y lo mejor que se le ha ocurrido para lograr sus cinco minutos de fama es someterse a una operación para aumentarse el pecho y tenerlo clavadito al de la cantante. Su enfermizo viaje a la mesa de operaciones ha sido material perfecto para un capítulo de Quiero una cara famosa , un programa de la MTV donde gente como ella está dispuesta a asumir los riesgos del bisturí --gráficamente mostrados cada lunes durante media hora-- para parecerse a celebridades.

La MTV defiende Quiero una cara famosa más como un espacio "documental" que de reality show . La cadena no paga las operaciones de los jóvenes que quieren parecerse a Brad Pitt, Jennifer López, Pamela Anderson o Elvis. Eso sí, muestran el proceso con todo lujo de detalles, y con las "extremadamente extrañas hipocresías" de la sociedad y la televisión de EEUU, asegura el profesor Robert Thompson del Centro para el Estudio de la Televisión Popular de la Universidad de Siracusa. La carne abierta y la sangre de una entubada Mia eran bien visibles el lunes. Mientras, sus pezones se ocultaban digitalmente. El efecto Janet Jackson es, cuando menos, "paradójico".

NAOMI CAMPBELL, DE JURADO El concurso de Miss España ya tiene una ganadora antes de celebrarse. La felina supermodelo británica Naomi Campbell, una de las mujeres más admiradas del planeta, ha sido fichada para asistir el próximo domingo a la final del certamen de belleza, que tendrá lugar en el complejo turístico Marina d´Or, en Orpesa (Castellón). Y no cabe la menor duda de que su físico atraerá tantos objetivos como el de la futura reina de la belleza española, aunque ella no desfile en esa ocasión por el escenario ni reciba la corona de Eva María González. Campbell tiene prevista su llegada a Oropesa el sábado, donde le han reservado la lujosa suite oriental.

LA BROMA DE ENRIQUE IGLESIAS El humor de Enrique Iglesias tiene golpes insospechados. Por ejemplo: el diario británico The Sun le preguntó si entraba dentro de sus planes aparecer desnudo en la portada de un disco. El, sin titubear, aseguró que no. Y sin rubores entró en materia: "Creo que no tengo el pene más grande del mundo. Si lo tienes, puedes vender discos. Pero no es mi caso". Y acto seguido ofreció detalles: "Creo que mi pene es el más pequeño del mundo".