Daaerah , una xilografía de gran tamaño referente al arte islámico y la geometría, obra del artista soriano y residente en Palma de Mallorca Julio León Aguilera, ha sido la ganadora de la III Bienal Iberoamericana de Grabado Ciudad de Cáceres-2016, dotada con 8.000 euros. El accésit, dotado con 3.000, ha recaído en Cabeza rodante , una obra en aguafuerte y punta seca, integrada por ocho piezas de 28,7 x25,2 centímetros cada una, de la artista salvadoreña Mayra Barraza.

Con ellas, y 48 obras más de los más prestigiosos artistas de obra gráfica de una veintena de países, seleccionadas entre las cerca de 200 que han concurrido este año a la bienal, es la cita que el Palacio de la Isla de la capital cacereña ofrece hasta finales del próximo mes de junio.

Se inauguró ayer, en un acto que congregó a una nutrida muestra de miembros de la vida cultural, social y política de la ciudad, y que presidió la alcaldesa, Carmen Heras. Esta, tras hacerse público el fallo, felicitó a los premiados y destacó el carácter internacional de esta convocatoria "que tiene cada vez más prestigio y repercusión, a tenor de los 200 trabajos que se han recibido este año de todos los continentes". De hecho, han llegado por primera vez grabados de Eslovenia, Polonia, Austria, Alemania, Italia, Holanda, Portugal, Estados Unidos y Francia, país este de la artista Laura Rodríguez, cuya obra ha recibido una mención de honor.

Otra mención de honor ha sido para la obra presentada por Humberto Valdez, de México, país que de la comunidad iberoamericana más artistas y obras ha aportado a la bienal. También han participado de Colombia, Brasil, El Salvador, Chile, Costa Rica y Cuba.

Para el ganador de todos ellos haber conseguido destacar en la bienal de Cáceres "es una enorme satisfacción y un gran orgullo". Aunque en su ya larga trayectoria de 15 años ha recibido otros muchos premios --también en la anterior bienal cacereña obtuvo una mención de honor--, Julio León reconoce que "conseguir aquí el primer premio tiene para mí un significado muy especial, pues personalmente considero que en este momento es la mejor bienal que hay".

De ella destacó una característica, que no hay límite de tamaño para las obras. "Así como en todas las demás hay un límite máximo, que suele ser de 100 x 100, aquí es todo lo contrario, hay un límite mínimo, y esto, unido a que se admiten todo tipo de técnicas, tanto tradicionales como modernas, supone una motivación muy interesante para todos los que nos dedicamos a la obra gráfica".