Ya a nadie sorprende que chicas de diferentes edades jueguen al fútbol, pero que, cambien por unas horas los libros de sus habituales estudios por las lecciones de arbitraje, es más extraño. Para eso, hace falta, sobre todo... ganas de conocer este deporte desde otro punto de vista. Y ese es el caso de 12 jugadoras de la Asociación Deportiva (AD) Trujillo. Esto es debido a que han decidido inscribirse en una escuela de árbitros, compuesta por las futbolistas trujillanas y por jugadoras del equipo Villanueva de la Serena, todo ello promovido por el árbitro Francisco Delgado Asensio.

Aunque las trujillanas tienen claro que su verdadera afición es jugar al fútbol, no pusieron ningún impedimento cuando su entrenador, también dinamizador deportivo del Ayuntamiento de Trujillo, Jesús Hueso, les propuso la idea de aprender el rol más complicado de este deporte, el de ser juez, o, mejor dicho ya, jueza. "son chicas valientes y muy lanzadas, siempre dispuestas a colaborar y participar. Por eso, son capaces de pitar y de lo que haga falta ", indicó Hueso.

Y esa buena disposición y las ganas de aprender, han suplido el sufrimiento que a veces pasan los colegiados. "El arbitraje es otra opción, por lo menos para probarlo, indicó la trujillana Rosario Donaire, de 16 años, quien de una forma contundente afirmó que "no tengo miedo a las posibles críticas, eso sí, siempre se pide respeto para todas las personas".

La defensa de la AD Trujillo, Estefanía Martín, que lleva jugando 13 años al fútbol y ha pasado por todas las posiciones, tiene claro que siendo la jueza, "hay que imponerse en el campo para que nos respeten, sobre todo si somos chicas". Y si recibe alguna reprimenda del público, "yo iré a lo mío".

Las lecciones sobre arbitraje está previsto que den comienzo en esta primavera. Pero la primera clase magistral fue ya impartida por el colegiado de Primera División Rodríguez Santiago.

Una vez que reciban la formación necesaria, "que durará unos cuantos fines de semana", según Jesús Hueso, seguirán su aprendizaje arbitrando partidos de deporte base. Esta actividad "es muy necesaria en la zona, porque no tenemos árbitros por la comarca trujillana y tienen que venir de fuera, indicó el mister . También reseñó que la escuela de arbitraje cuenta con el apoyo del presidente del Comité Extremeño de Arbitros, Nacarino Muriel.

Este grupo de chicas, de 13 a 25 años de edad, ilusionadas por aprender la dificil tarea de arbitrar, compatibilizarán esta formación, con su verdadera afición, el balón. De hecho, todavía no se puede juzgar si lo harán bien o no con el silbato en la boca, pero con el cuero en los pies, alguna de ellas, está entre las mejores de Extremadura en su categoría, ya que han jugado en la sección regional contra otras comunidades.