Salsa de tomate, ensaladilla, fondo de ave o de pescado. Conocimientos como estos son los que se han impartido en la Escuela Municipal de Cocina de Plasencia del 6 al 10 de julio y que se repetirán del 20 al 24 de julio. Un curso gratuito de iniciación a la cocina en el que se ofrece a los alumnos una formación práctica, acompañada por conocimientos teóricos, de un nivel básico de cocina.

Los grupos están formados por un máximo de 15 personas, dirigidos por un profesor y supervisados por el propio director de la escuela, ambos cocineros profesionales. En principio, el curso está pensado para que lo realicen jóvenes sin mucha idea de cocinar, con el objetivo de darles una formación que les sea útil a nivel personal. En palabras de Jesús Fraguas, director del centro, "pretendemos enseñarles a los jóvenes a manejar la cocina, a un nivel muy básico, pero suficiente para que les sea útil en su futuro, por ejemplo, a la hora de irse a estudiar fuera, por esto los ofertamos en junio cuando ha acabado el curso escolar". Sin embargo, cualquier persona interesada tiene la posibilidad de hacerlo.

El segundo curso que la escuela tiene preparado se desarrollará del 20 al 24 de julio en horario de mañana de diez a doce, también para 15 personas. Será gratuito y la inscripción se abrirá el día 13. Hay una gran demanda por lo que, según resalta el director, "las primeras quince personas que entreguen el día 13 el formulario de solicitud, serán las seleccionadas". El formulario se puede recoger en el ayuntamiento de la ciudad o en la propia escuela.

Los alumnos, atentos en las explicaciones, afirman entre risas: "No es muy difícil". Las razones por las que han decidido realizar este curso van desde la ignorancia completa en el mundo de los fogones al deseo de perfeccionar sus habilidades. Como afirma una de las alumnas: "Estoy aquí para adquirir más conocimientos". Mientras, algunos de los jóvenes declaran: "No sé hacer absolutamente nada en la cocina". Los aprendices, situados alrededor del maestro, toman notas, no pierden detalle y preguntan sus dudas sobre la lección, al tiempo que colaboran con la elaboración de los alimentos y presentación de los platos. La base de estas sesiones es la participación, tal como señala el profesor Noé Duarte a sus alumnos tras la primera clase, "a ver si mañana venimos más participativos".

Se trata de una cocina básica pero que proporciona unos conocimientos muy útiles sobre tratamiento de alimentos, aprovechamiento de recursos, elaboración de salsas o ensaladas básicas, así lo explica el director.

Esta iniciativa ya se había llevado a cabo otros veranos y el director no descarta que puedan organizarse nuevos grupos en un futuro si la aceptación sigue siendo tan grande.