Ni un pie roto, ni las muletas, ni una tripa de casi nueve meses separan a la modelo alemana Claudia Schiffer (en la foto) del gran enemigo de su lesión y de su tarjeta de crédito: las tiendas.

Embutida en un abrigo, la top se llevó ayer a su secretaria y se pasó el día de rebajas por los locales más punteros de Londres. Por lo visto, en casa se aburre y para matar el rato, se ha puesto a ensayar su próximo proyecto cinematográfico. Nada tendrá que ver con su papel en Blackout, de Abel Ferrara, donde hacía de rubia lasciva. La modelo quiere ser ahora Blancanieves en un corto que dirigirá su esposo, Matthew Vaughn.