Hacia los 6-7 años, durante los dos primeros cursos de la enseñanza primaria, se aprende a leer, pero un tercio del alumnado no domina esa técnica cuando, a los 12 años, concluye la etapa e ingresa en el segundo tramo de la educación obligatoria, la ESO. Así lo atestiguan los últimos resultados de las pruebas de competencias básicas. El Informe PISA muestra ahora el estado de la cuestión a los 15 años, al final de la ESO. Los resultados son algo mejores, pero los expertos insisten en que la clave es entender bien lo que se lee.

"En primaria se enseña oficialmente a leer, pero cuando los niños saben deletrear se olvida que hay que seguir enseñándoles. No está asumido que cada edad tiene un nivel de complejidad. Ocurre que si a los 12 años no comprenden lo que leen, los has perdido para siempre. Ningún profesor de secundaria los recupera. La situación se puede incluso agravar porque la lectura se trabaja poco y el profesorado de la etapa acostumbra a volcarse en su especialidad", advierte el catedrático de Historia Joaquim Prats.

Xavier Melgarejo, director del colegio Claret de Barcelona, que ha diseccionado el funcionamiento del sistema educativo finlandés --convertido en el paradigma del éxito escolar en Europa--, insiste en la importancia de ser habilidoso en la materia. "El alumno que anda mal en lectura no logra salir adelante en sus estudios. Tendrá problemas de comprensión de los enunciados de los ejercicios de matemáticas, por ejemplo, así que si en lectura el rendimiento es bajo, en el resto también. Quien no entiende lo que lee tampoco puede explicarse bien, de ahí que es estratégicamente importante que consigamos dominar la comprensión lectora al máximo", añade.