Los 47 inmigrantes que llegaron el lunes a Barcelona procedentes de Canarias parece como si se hubiesen esfumado. Las principales oenegés de Cataluña ignoraban ayer el paradero de los recién llegados. "Deben ser invisibles", ironizó ayer una asistenta social. Profesionales de Cruz Roja y Cáritas aseguraron no haber atendido en sus comedores y centros de acogida a ninguna de esas 47 personas.

La policía también desconocía ayer el paradero de ese colectivo, que llegó en un vuelo desde Las Palmas. "Nosotros les dejamos ir porque ya habían estado más de 30 días en un Centro de Internamiento en Canarias y no sabemos a dónde han ido", dijo un mandoJ. C.