Los compañeros de trabajo de Andreas Graf le han obsequiado con uno de los regalos más valiosos: tiempo. En concreto, 3.265 horas de trabajo de las que se verá liberado porque sus colegas han realizado horas extra para que él no deba acudir al trabajo y pueda acompañar todo ese tiempo a cuidar de su hijo, enfermo de leucemia.

Desde que muriera su mujer, Graf cuida en solitario de su hijo Julius, de 5 años, con las consiguientes dificultades para compatibilizar el horario laboral con las continuas visitas al hospital. Incluso había llegado a temer que le echaran del trabajo hasta que se ha encontrado con el gesto altruista de sus compañeros.

Graf trabaja como ensamblador en una empresa de diseño en Fronhausen, cerca de Fráncfort, según informa TV-3, y se ha visto obligado a pedir permisos constantes para acompañar a su hijo en el tratamiento para la leucemia.

La iniciativa partió del departamento de recursos humanos de la empresa Seidel, donde Graf trabaja. Propusieron al resto de trabajadores que quien quisiera podía realizar horas extras de forma voluntaria para regalar este tiempo a Andreas. La respuesta ha sido abrumadora: los 650 trabajadores de la empresa decidieron sumarse a la iniciativa.

En apenas dos semanas se han acumulado 3.265 horas para que su compañero pueda dedicar a Julius casi un año y dos meses sin necesidad de ir a trabajar. El pequeño se está recuperando en casa y evoluciona bien de su enfermedad.