Un espectacular choque frontal entre un tren de pasajeros y otro de mercancías, en la localidad italiana de Crevalcore, cerca de Bolonia, se cobró ayer 13 víctimas y más de 60 heridos, 17 de ellos muy graves. La densa niebla, que impidió ver un semáforo en rojo, pudo ser una de las causas del siniestro, que se produjo a las 12.50 horas.

Según las primeras reconstrucciones, el tren interregional de pasajeros habría tenido que detenerse para dejar pasar al mercancías. Sin embargo, no lo hizo y acabó en una vía única, donde se produjo el brutal choque. En el momento del accidente había en la zona una densa niebla, que impedía la visión más allá de 50 metros. Sin embargo, se desconoce si esta inclemencia meteorológica tuvo que ver con el suceso.

Con el fin de esclarecer lo ocurrido, el Ministerio de Transportes italiano ha abierto dos investigaciones. Algunos testigos oculares explicaron que mientras el tren de mercancías estaba detenido, el de pasajeros prosiguió su marcha a toda velocidad.

Un equipo de más de 200 bomberos intentó durante horas rescatar a todos los pasajeros, ya que muchos de ellos quedaron atrapados en los convoyes como consecuencia de la violencia del choque. La carga del mercancías, hierro y vigas, potenciaron el impacto al penetrar en los vagones, algunos de los cuales quedaron destrozados.

Entre las víctimas se encuentran los cuatro maquinistas de ambas locomotoras. Las tareas de rescate, que avanzaron con muchas dificultades debido a la violencia del impacto, se prolongó durante la noche. Mientras se investigan las causas del enésimo accidente de trenes en Italia, el más grave en los últimos siete años, se abre la polémica ante el estado de las líneas ferroviarias en el país, como la Verona-Bolonia, que circula sobre una única vía a pesar de las peticiones de algunos sindicatos, que habían denunciado la peligrosidad de este trayecto.