Sabores para tocar, oler, morder y oír, porque la comida "no siempre entra por la vista". Una cena a ciegas... mi corazón por alimento . Es la propuesta que las cocineras Sole Ortega y Carolina Sciolla hacen a los extremeños para pasar una divertida y diferente noche de sábado por 50 euros. Hoy, a las 22.00, en el Teatro Romano de Mérida ofrecerán una cena en la que los comensales --50 como máximo y con reserva previa-- disfrutarán, con los ojos vendados, de un menú de diez platillos inspirados en la muestra de cuadros táctiles que el artista invidente Simeón Peña ´Malatesta´ expone en el Palacio de Congresos de Mérida, dedicada al poeta Miguel Hernández y titulada San Miguel Hernández y otros Apóstoles .

Diez son los cuadros de Malatesta dedicados a Miguel Hernández, diez los poemas del lírico que Joan Manuel Serrat hizo música y diez serán también los platos que ofrecerán Sole y Carolina, acompañados con un maridaje de vinos "de las excelentes bodegas Pago Los Balancines, Coloma y Habla".

´Beso en Boca´, ´Romance de Primavera´, ´Savia Ambar´ o ´Dulce Trío´ son los nombres de algunos de los platos que componen este creativo menú "que intenta traducir en sabores las emociones de los poemas de Miguel Hernández". Sus creadoras, Sole y Carolina, han preferido darles "nombres de fantasía para que los comensales, que en todo momento estarán con los ojos vendados --desde que accedan al recinto, todos a la vez--, no puedan adivinar qué es lo que están comiendo y solo se centren en la textura y el sabor de la comida".

Porque la idea es que los asistentes "den rienda suelta a sus sentidos, excluyendo la vista, y vivan la experiencia de cenar, guiados por un narrador --que irá leyendo el poema de Miguel Hernández en el que se inspira cada uno de los platos--, descubriendo los sabores, las texturas, los aromas y los sonidos de la comida", ya que en esta ocasión, "sí está permitido hacer ruido mientras se come".

Así, la cena se ambientará "con una luz muy tenue y con la música de fondo de Joan Manuel Serrat dedicada a Miguel Hernández" y durará aproximadamente dos horas. Comenzará con un cóctel de bienvenida --entonces ya los asistentes se habrán vendado los ojos-- al que también asistirá Malatesta. Más tarde, serán guiados por los camareros para acceder al comedor para disfrutar de sus diez platos a ciegas, aunque por el camino tendrán una sorpresa: disfrutarán uno de los cuadros del artista invidente.

Para finalizar, tras el café, llegará el momento de descubrirse los ojos. Los asistentes conocerán entonces la disposición del restaurante y la belleza de su encuadre, la forma de los vasos y platos con los que han comido o a sus compañeros de mesa. Y lo más importante: podrán ver lo que han comido y qué ingredientes componen cada plato.