La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Las Palmas ha condenado a un total de 36 años de prisión a una pareja acusada de matar a una bebé de seis meses, hija de la mujer, que falleció el 5 de enero de 2007 en Puerto del Rosario (Fuerteventura), tras recibir golpes que le provocaron hematomas y la fractura de varias costillas. Además, la pequeña fue mordida "con considerable fuerza" por su madre y zarandeada por ambos acusados "de forma violenta y continuada".

La Sala condena a María Inmaculada Vega Guerra y a Yeray González Pérez como autores penalmente responsables de un delito consumado de malos tratos habituales y de un delito consumado de homicidio, con la concurrencia, en lo relativo al delito de homicidio, de la circunstancia mixta de parentesco, que opera como agravante.

INHABILITACIÓN PARA EJERCER LA PATRIA POTESTAD

Como indica la sentencia, se impone la pena de 18 años de cárcel a cada uno de ellos. En concreto, tres años de prisión para cada procesado, privación del derecho a la tenencia y porte de armas por plazo de cinco años e inhabilitación especial para el ejercicio de la patria potestad, tutela o curatela, guarda o acogimiento por un período de cinco años, por el delito de malos tratos.

Además de a 15 años de cárcel para cada uno y la prohibición de aproximarse a menos de 500 metros de una hermana de la víctima mortal e hija de la procesada durante un plazo de 20 años, por el segundo delito consumado de homicidio. Contra la sentencia cabe interponer recurso de casación en el plazo de cinco días.

La Audiencia declara probado que Inmaculada y Yeray se trasladaron a vivir juntos a una vivienda en Puerto del Rosario, donde mantenían una relación sentimental estable y convivían junto con las dos hijas menores de ella, así como con los dos hermanos de Yeray.

SIN ATENCIÓN MÉDICA

Durante ese tiempo, a pesar de su corta edad, la bebé, cuyo nacimiento no fue inscrito por los padres en el Registro Civil, "nunca recibió atención médica, general o especializada y no fue vacunada ni tratada de sus dolencias". Y añade que "en el momento de su fallecimiento presentaba fracturadas las costillas octava y novena, derecha, fracturas producidas en momentos próximos al óbito, y, además, nódulos óseos en las costillas séptima derecha y octava izquierda, procedentes de otras fracturas anteriores en el tiempo", precisa la resolución.

El texto añade que en diciembre del 2006 y en enero del 2007, Inmaculada "en varias ocasiones, mordió, con considerable fuerza, a la menor en la zona de la cara anterior del muslo derecho, en ambos glúteos y en la cara, zona submandibular derecha, producida esta última en la misma mañana del óbito".