La Audiencia de Barcelona ha condenado a diez años de prisión a un atracador por asaltar una joyería de Ripollet (Barcelona) tras reducir a golpes a la dependienta del establecimiento, a quien le ha quedado la cara deformada a consecuencia de la paliza.

En su sentencia, la sección 21 de la Audiencia condena al atracador, Stefan Petcu, por un delito de robo con violencia y otro de lesiones con deformidad, y le obliga a indemnizar con 50.210 euros al propietario de la joyería y con otros 89.400 a la dependienta por las secuelas que le ha causado.

Según cree probado el tribunal, el condenado, en un plan urdido en colaboración con otra persona que no ha sido identificada, entró el 7 de abril de 2006 en una joyería de Ripollet fingiendo interés por un reloj que había visto en el escaparate.

Una vez en el interior del local, el atracador dio un puñetazo a la dependienta en la cara, que le hizo perder el sentido, y la redujo, amordazándola y atándola de pies y manos, mientras seguía pegándole y dándole patadas.

Mientras tanto, el cómplice del procesado desvalijaba los cajones y expositores del establecimiento, situado en la calle Calvario de Ripollet, y el bolso de la dependienta.

A consecuencia de los golpes, la víctima arrastra como secuela un trastorno postraumático y tiene un hundimiento en la parte izquierda de la cara que le produce un "notable" defecto estético, además de problemas de movilidad en la boca y la mandíbula.