El sacerdote español, José Antonio Rubio, reiteró hoy que es inocente después de ser condenado por un tribunal de Paraguay a cinco años y seis meses de cárcel por el desvío de fondos de un programa financiado por la Unión Europea (UE). "Siempre lo he dicho, jamás me he quedado con un solo guaraní del pueblo paraguayo. Sigo asegurando que soy inocente. Tenemos que seguir luchando", dijo Rubio, tras ser condenado por el delito de lesión de confianza junto a otros dos de sus ex colaboradores.

El tribunal, en fallo unánime de sus miembros, las juezas Gloria Hermosa, Mesalina Fernández y Mara Ladán, decidieron que los tres condenados permanecerán en prisión domiciliaria hasta que quede en firme la sentencia cuando serán recluidos en la cárcel asuncena de Tacumbú. "Me imagino que las juezas que me juzgaron tienen un criterio, yo no soy quien para meterme con sus conciencias. Creo que habrán sido muy honestas al momento de tomar esa decisión", indicó Rubio, quien durante su alegato final había pedido disculpas a todas las personas a las que pudo haber hecho daño por causa del proceso.

También fue condenado a la misma pena el paraguayo Sócrates Garcete, codirector con Rubio del proyecto de potabilización de agua en comunidades pobres, denominado Ysacá, mientras que Rubén Ramírez Cataldo, de la misma nacionalidad, recibió una condena de cuatro años y seis meses como cómplice de ambos.

Jorge Bogarín, uno de los abogados del sacerdote, aseveró que el tribunal dictó una "condena absolutamente injusta" y añadió que apelarán esa resolución de primera instancia. "Vamos a luchar, ahora más que nunca tenemos fuerzas para pelear contra esta injusticia", dijo el abogado.

Rubio, de 61 años, fue declarado culpable por el desvío, en 2004, de unos 14.000 millones de guaraníes (2,3 millones de dólares al cambio de esa época) de un fondo de 3,2 millones de dólares (2,3 millones de euros) financiado por la UE para la construcción de 50 pozos de agua potable en localidades rurales. La Fiscalía había solicitado diez años de cárcel, la máxima para ese delito, para Rubio y Garcete, y seis años para Ramírez Cataldo y a esa petición se adhirieron los abogados de la UE, organismo que participó en el proceso como acusación particular.

En ese sentido, Victoria Acuña, fiscal de la causa, señaló que "si bien la sanción no fue la solicitada por el Ministerio Público, sin embargo podemos tomar como un logro la sanción de estas conductas en este caso tan grave". La fiscal expresó además que: "tuvimos demasiados obstáculos procesales para llegar a este juicio y haber obtenido una sanción yo creo que es bastante alentadora".

El religioso salesiano, quien ejercía como coordinador del proyecto Ysacá, es una persona muy apreciada en el país, donde reside desde hace 25 años, por la ejecución de obras sociales como la construcción de varios miles de viviendas populares en las afueras de Asunción. La Fiscalía acusó a los procesados de haber desviado los recursos a través de la Fundación María Gloria, con sede en Panamá, y administrada por Ramírez Cataldo.

Por su parte, Claudio Bachetta, uno de los abogados de la UE, dijo que "estamos satisfechos con esta sentencia. Se hizo justicia para las 5.000 familias paraguayas. En total son 20.000 personas aproximadamente las que quedaron sin la oportunidad de llevar una vida más saludable con la no ejecución de este proyecto". Acotó que "el viernes próximo se hará entrega de la copia completa de la sentencia a las partes, cuya copia vamos a remitir con un informe bien detallado a los representantes de la Comunidad Europea".

Rubio, que seguirá en prisión domiciliaria en la Casa Parroquial de la Orden Salesiana de Asunción, ha insistido todo este tiempo que fue engañado por Ramírez Cataldo, y que cuando fue procesado regresó voluntariamente de España para someterse a la justicia.

En otro proceso, cuyo inicio está previsto para el 2 de octubre próximo, el religioso está acusado de la "sobrefacturación" de 700 millones de guaraníes (unos 137.000 dólares ó 102.200 euros) en la construcción de nueve pozos pilotos construidos en el mismo proyecto financiado por la UE.