El Tribunal Supremo (TS) ha confirmado la condena de 10 meses de cárcel impuesta a un policía de la Unidad de Prevención, Asistencia y Protección a Víctimas de Violencia de Género por intentar extorsionar a una mujer, a la que custodiaba y protegía tras haber denunciado a su marido por malos tratos.

En una sentencia, la sala de lo penal del TS desestima el recurso del inspector contra la dictada el pasado octubre por la Audiencia Provincial de Almería.

La Audiencia Provincial condenó al agente a la citada pena por un delito de extorsión en grado de tentativa, con la circunstancia agravante de prevalimiento de carácter público.

Según explica la resolución, en 2004 la mujer denunció por malos tratos a su marido, un juzgado de instrucción de Almería dictó una orden de alejamiento frente a aquél y el acusado fue encargado personalmente para su protección.

Al principio la relación se mantuvo en el ámbito estrictamente propio de las funciones encomendadas al acusado, sin embargo al cabo de unas semanas éste "comenzó a propiciar una cierta familiaridad" con la mujer, que se prolongó incluso una vez cesada la orden de protección al haber sido dictada sentencia absolutoria en el juicio celebrado contra su esposo.

A lo largo de 2005 el acusado reclamó a la mujer que le prestara varias cantidades de dinero, lo que ésta voluntariamente, pero al pedirle 18.000 euros se negó.

El policía insistió en su requerimiento en numerosas ocasiones, "llegando una de ellas a decirle que si no le entregaba el dinero declararía contra ella en el juicio de divorcio que se tramitase entre ella y su marido".

Además, le dijo que se quedaría sin sus hijos, ya que las medidas que se adoptaran en dicho procedimiento dependían de lo que él informara, pero la mujer no llegó a entregarle el dinero.

El Alto Tribunal concluye que esta amenaza "es lo suficientemente relevante como para conturbar la estabilidad psíquica de la receptora que sabía la trascendencia de la misma".

"Si se realizan los actos violentos o intimidativos, como ha sucedido en el caso que nos ocupa, y no se consigue el beneficio económico, nos encontramos incuestionablemente ante una tentativa acabada", concluye.