La Audiencia de Barcelona ha condenado por un delito de asesinato a 15 años y seis meses de prisión a David Zafra Gómez, el joven que el 21 de febrero del 2007 lanzó a las vías de la estación de metro de Navas a Joaquín Argelaguet, sordomudo y vendedor de cupones de la ONCE, que falleció arrollado por un convoy.

La magistrada Roser Bach aplica la agravante de disfraz, porque el procesado actuó con el rostro cubierto por la capucha del abrigo que llevaba, y la atenuante de anomalía psíquica, ya que el jurado popular consideró que padecía una esquizofrenia que alteraba de forma moderada sus facultadas mentales.

La fiscalía y la acusación particular, ejercida por la familia de la víctima, solicitaron una pena de 17 años y seis meses de cárcel, pero la sentencia rebaja esa petición bajo el argumento de que su enfermedad "tiene una entidad considerable, a la vista de su historial médico". El fallo obliga a Zafra a pagar 120.000 euros a la hija del fallecido.

ATAQUE POR SORPRESA La resolución destaca que el acusado empujó con fuerza a la víctima hacia la vía en el momento en que entraba el tren, lo que pone de manifiesto que debió necesariamente pensar que su acción desencadenaba un "altísimo riesgo de provocar el resultado mortal que finalmente se produjo". Incide en que el "ataque a la víctima se produjo de manera súbita y sorpresiva", de forma que el hombre, de 52 años, "no tuvo oportunidad de defenderse".

El jurado, precisa la sentencia, fundó su convicción a la hora de dictar su veredicto de culpabilidad en las imágenes grabadas por la cámara de seguridad, donde se ve como el acusado empuja fuertemente por la espalda a Argelaguet. El tribunal popular también dio especial validez a la declaración de los testigos presenciales Uno de ellos no le perdió de vista en ningún momento y fue quien retuvo en el exterior a Zafra para que no huyera.