La Audiencia de Sevilla ha condenado a 18 meses y 15 días de multa al sacristán de una parroquia acusado de abusos sexuales y vejaciones injustas contra dos niños de 13 y 14 años que hacían funciones de monaguillo en su iglesia.

Los abusos tuvieron lugar en mayo y agosto de 1999 en la parroquia de un pequeño pueblo de Sevilla, donde el acusado realizó tocamientos de índole sexual a los dos menores, uno de ellos en el campanario de la iglesia y otro en la sacristía, mientras el chico se quitaba la ropa con la que había ayudado en una celebración eucarística.

La Audiencia ha confirmado en todos sus extremos la sentencia dictada por el juzgado penal 5 de Sevilla, quien consideró demostrado el "ánimo marcadamente sexual".

LOS HECHOS

En el primero de los casos, según la sentencia a la que ha tenido acceso Efe, el chico subió con el acusado al campanario para ayudarle a tocar las campanas y cuando se encontraban solos el procesado "le preguntó si ya había desarrollado, comenzó a tocarle por el pecho y bajó hasta la zona de los genitales, tocándoselos por encima de la ropa".

El menor reaccionó apartándolo y marchándose corriendo, según el veredicto.

En el segundo caso, cuando el monaguillo se despojaba de su ropa en la sacristía, el procesado "comenzó a tocarle el costado y a rozar sus rodillas con las del menor" al tiempo que le preguntaba "¿te da gusto?".

Aunque durante el juicio el sacristán negó el ánimo libidinoso de su actitud, ya que según sus palabras "sólo cogía por la cintura y los hombros" a los menores, "en el marco de las bromas que normalmente hacía con los chicos que acudían a la iglesia a ayudar como monaguillos", los jueces consideran el claro "ánimo lascivo" de unos hechos que además ocurrieron estando a solas las víctimas y el acusado.