El juez condenó ayer a los jóvenes Sergio y Luis por el brutal asesinato de su compañera de colegio, María Dolores, Maores, de 14 años, el 1 de noviembre del 2008 en un descampado de Ripollet (Vallès Occidental). El magistrado impuso cinco años de internamiento y tres de libertad vigilada a Sergio --es la máxima pena para menores de 16 años-- que en el juicio guardó silencio y en una anterior declaración se confesó autor de la muerte de la chica, que fue apaleada y degollada. Cuatro años y nueve meses de reclusión y el mismo periodo de libertad vigilada es la condena del otro acusado. Los padres de los dos menores deberán pagar una indemnización de 525.000 euros a la familia de la víctima.

La sentencia fue notificada ayer por la tarde a los abogados, hecho nada habitual en la Administración de justicia y más siendo un viernes. Según las fuentes jurídicas consultadas, la resolución recoge los argumentos esgrimidos por la fiscalía y aprecia que los hechos son constitutivos de un delito de asesinato con alevosía y ensañamiento.

El juez rechaza la hipótesis de que Sergio, que cuando ocurrió el suceso tenía 15 años y de quien la víctima estaba supuestamente enamorada, padezca alguna perturbación psíquica, tal y como alegó su defensa., en base a que cuando confesó el crimen aseguró que oyó voces.

El magistrado tampoco acepta la versión del otro acusado, Luis, que explicó que al llegar al descampado --fueron a buscar a Maores a su casa-- vio a su amigo discutir con la chica, que intentó mediar y que Sergio le dijo que era mejor que se fuera. Y así lo hizo, según él, esperándole en una zona donde no se dio cuenta de nada.

La sentencia, en cambio, detalla que el adolescente, que tenía 14 años, fue cooperador necesario y se inhibió de disuadir a su amigo. Le rebaja la pena porque no se le aplica el ensañamiento. Su abogada, Carmen Gómez, anunció ayer que presentará recurso. El crimen conmocionó Ripollet.