La Audiencia Nacional ha condenado a 20 años de cárcel a la dirigente etarra Ainhoa Múgica y a 1.521 y 1.476 años, respectivamente, a los presuntos miembros del "comando Madrid" de ETA Manex Zubiaga y Lexuri Gallastegi por el atentado en 2001 contra el subsecretario general de Policía Científica, Juan Junquera, en el que éste y otras 96 personas resultaron lesionadas.

La desarticulación de este "comando Madrid", con la detención el mismo día de este atentado de Ana Belén Egües y Aitor García Aliaga (ya condenados por estos hechos a 1.042 años de cárcel), fue posible gracias a la colaboración de un "héroe anónimo" que les siguió con su vehículo.

La sentencia establece que el límite de cumplimiento de las penas de prisión "no excederá los 30 años", impone a los tres una indemnización conjunta para los heridos y condena a Zubiaga y Gallastegi (hermana de Irantzu Gallastegui, compañera de Javier García Gaztelu, "Txapote") al alejamiento de sus víctimas y del "lugar de los hechos delictivos" durante 10 años desde su puesta en libertad.

La sección tercera de la Sala de lo Penal considera probado que en 2001 este comando recabó información para atentar, además de contra Junquera, contra cuatro magistrados -dos de la Audiencia Nacional, uno del Supremo y otro del Tribunal de Cuentas-, así como contra el director de gabinete de Presidencia de Moncloa y dos concejales del Ayuntamiento de Madrid.

"Fruto de las informaciones obtenidas", relata la sentencia, los miembros del "comando" conocieron los itinerarios del subsecretario de Policía Científica, y tras intentar matarle en mayo y junio de 2001, Gallastegi, Zubiaga, Egües y García Aliaga, "retomaron el plan de acabar con su vida empleando un coche-bomba" en septiembre.

Para ello sustrajeron dos vehículos, a uno de los cuales, "todos los miembros del comando", le instalaron un artefacto explosivo y lo aparcaron en la calle de Corazón de María con Cardenal Silicio, "a sabiendas de que el vehículo" de Junquera "utilizaba esa vía".

En el momento en que el subsecretario pasó a las nueve de la mañana en su coche "a la altura del vehículo cargado de explosivos", Aliaga "accionó el mando a distancia" que hizo explotar el coche bomba hiriendo a Junquera y a otras 96 personas.

Mientras, los dos acusados se dieron a la fuga en el otro coche que habían sustraído, pero un ciudadano les vio y sospechó que la pareja podía haber sido la autora del atentado.

Decidió entonces seguirles con su vehículo, a la vez que daba el aviso a la Policía a través de su teléfono móvil. Les persiguió hasta la calle de Baterías, donde los dos etarras se apearon del vehículo para seguir a pie su huida, hecho que comunicó a los agentes, lo que permitió que finalmente fueran detenidos en el cruce de las calles de Mandarina con Ciconia.

Para condenar a Múgica, el tribunal se basa en las declaraciones inculpatorias que prestó Egües que "la ubican como mente que idea la accesibilidad a un piso, donde se ubique el material necesario para preparar y cometer las acciones delictivas, y se deduce que también da lugar a la entrega del armamento y explosivos".

La sección tercera se apoya también en la declaración de Egües y en la de García Aliaga para condenar a Zubiaga y Gallastegi.