La Audiencia Provincial de Kiel (norte de Alemania) condenó hoy a dos años y seis meses de cárcel a una madre que abandonó en la taza del váter a su bebé recién nacido, que murió posteriormente congelado.

El presidente del tribunal, Jörg Bromman, confirmó el veredicto que condena a la mujer por un crimen de homicidio por omisión. La madre, de 26 años, ignoró los síntomas de embarazo como algo "inoportuno" durante meses y achacó sus molestias a problemas estomacales, según fuentes judiciales.

La condenada, que tiene un hijo de seis años, ocultó su estado a su pareja y dio a luz a la niña en octubre de 2007 sola y de noche en el baño de su casa.

El neonato fue abandonado en la taza del inodoro y, tiempo después, fue extraído del váter, lavado, enrollado en una alfombra y escondido en un bolso para ser arrojado posteriormente a la basura, apuntó Bromman.

Según las pruebas forenses, es posible que la niña viviera todavía cuando fue recogida por su madre pero murió poco después por congelación.

El tribunal determinó que ni la pareja de la mujer ni su hijo -que ahora vive con una familia de acogida- supieron del nacimiento y la muerte de la niña.