La píldora anticonceptiva, considerado el segundo avance más importante de la historia para la mujer por lo que supuso para su emancipación, después de alcanzar el sufragio universal, registra en España un retroceso imparable frente al condón, que se ha erigido en el rey de la anticoncepción.

El dato lo refrenda el mayor estudio en este campo realizado por 510 médicos con la colaboración de 9.700 mujeres de 18 a 49 años y dirigido por la Sociedad Española de Contraconcepción (SEC): el 75,3% usa el preservativo en sus relaciones sexuales mientras que solo el 16,8% se decanta por la píldora.

El presidente de la SEC, Ezequiel Pérez Campos, atribuyó la hegemonía del preservativo al hecho de que las mujeres españolas jóvenes, trabajadoras, independientes y liberales sexualmente tratan de ser prácticas y "matar dos pájaros de un tiro": evitar embarazos no deseados y graves enfermedades de transmisión sexual como el sida. También se decantan por este método las fumadoras con más de 35 años, a las que se desaconseja la píldora y las de mayor edad que tienen relaciones más esporádicas.

ESTILO DE VIDA "La píldora es rechazada por dos de cada tres mujeres, sobre todo por la posibilidad de olvido y la necesidad de una toma diaria", explicó Esther de la Viuda, de la junta directiva de la SEC y ginecóloga del Hospital de Guadalajara.

Roberto Lertxundi, presidente de la Clínica Euskalduna de Bilbao, subrayó que los métodos anticonceptivos se eligen "según el estilo de vida y la forma de ser cada uno" y advirtió de que la píldora, principal opción junto al condón hace 30 años, ha caído en picado y es posible que desaparezca antes de otros 30.

La investigación revela que el uso de los métodos hormonales más modernos y extendidos por Europa, como el anillo mensual y el parche semanal transdérmico, calan lentamente entre las féminas españolas. El primero, por la incomodidad o el temor a llevar un cuerpo extraño en la vagina; el segundo, por temor a que se despegue, indiscreción y desconfianza sobre su eficacia.

Por contra, los médicos han constatado con preocupación que el 28% de las mujeres siguen arraigadas a remedios tradicionales y de alto riesgo como la marcha atrás. O ninguno. El coitus interruptus es frecuente tras los 40 años, hasta el punto de que una de cada cinco mujeres lo practica en esta franja de edad. "Lo tienen muy interiorizado". "´Mi marido controla bien´´, aducen muchas de ellas", contó Pérez Campos.

CLASE DE SEXUALIDAD El presidente de la Sociedad Española de Contraconcepción reconoció también que en los foros europeos llama la atención el elevado uso del condón entre los españoles. Pero, a su juicio, es positivo porque evita el contagio de enfermedades de transmisión sexual, aunque el preservativo sea menos eficaz y seguro que la píldora y el anillo.

Pérez Campos pidió que en la futura asignatura de Educación para la Ciudadanía que se impartirá en la Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO) en varias comunidades, entre ella Extremadura, se incluyan clases de afectividad y sexualidad como se hará con la seguridad viaria. "Saber comportarse ante la sexualidad es más importante que saber ir por carretera, como lo demuestran los 100.000 abortos que cada año se registran en España y los numerosos contagios de sida y otros males", defendió el experto.