El conductor ebrio que el domingo por la mañana arrolló a gran velocidad a un grupo de motoristas que circulaban por la AP-7, a la altura de Gelida, matando a dos de ellos, es agente de la policía local de El Prat de Llobregat. Sergio L. G., de 27 años, que ayer quedó en libertad con cargos, no hacía ni un año que vestía el uniforme de policía de esta localidad del Baix Llobregat.

El titular del juzgado número 3 de Vilafranca del Penedès decretó la libertad con cargos del agente, que tras el accidente fue detenido por los mossos tras comprobar que circulaba borracho. A las ocho y media de la mañana, Sergio L. G., dio un resultado de 0,28 miligramos de alcohol, cuando el máximo es 0,25. El magistrado dejó en libertad al conductor, pero le aplicó una medida poco habitual, retirarle el carnet de conducir durante todo el proceso de instrucción. Es decir, le prohíbe conducir, como mínimo, hasta el día del juicio. Normalmente, los jueces retiran la licencia, pero de manera provisional. Los abogados de los automovilistas presentan un recurso pasado el mes del incidente y conductor recupera el carnet a la espera del juicio.

La noticia sentó como un doloroso mazazo en la plantilla de la policía local de El Prat de Llobregat. Anoche, una portavoz municipal confirmó que se había abierto un expediente disciplinario contra el agente, pero que aún no se había acordado qué tipo de medidas se adoptarán. Las fórmulas son varias. Desde apartarlo temporalmente del servicio hasta trasladarlo a otro departamento a desempeñar otras funciones.

Las víctimas tenían 34 y 21 años. Estaban de excursión con un grupo de amigos.