"Lo hice yo". Con esa rotundidad confesó sus crímenes el presunto autor de los asesinatos de las dos policías de Bellvitge, Pedro Jiménez García, de 35 años, a los guardias civiles que lo detuvieron el jueves en Girona. Anoche, el acusado comenzaba a declarar formalmente ante los Mossos d´Esquadra.

Después de su detención en una chabola, Jiménez se pasó más de dos horas en el cuartel de la Guardia Civil de Girona sin pronunciar palabra ni expresar ningún tipo de arrepentimiento. Tras ese periodo de tiempo de una gran frialdad, el detenido admitió haber matado a las dos mujeres en Hospitalet, así como que desconocía por completo que eran policías. Como en otras ocasiones, asaltó a una joven --una cualquiera-- en una portería y la obligó a subir hasta su piso. Esta vez, se encontró con otra chica dentro, y las mató a las dos.

De madrugada, la Guardia Civil lo entregó a los Mossos de Girona, que lo trasladaron hasta su comisaría de L´Hospitalet, donde se encuentra ahora. Por la mañana, antes de comenzar la declaración, Jiménez fue examinado por varios médicos forenses que no encontraron ninguna patología importante y le consideraron capaz de contestar a las preguntas.

Contra lo que pudiera pensarse de un hombre que cometió asesinatos tan espantosos, los psiquiatras consideran que se trata de una persona "normal". Los médicos subrayaron que no es un hombre desequilibrado, pese a que se comporte como un psicópata. Por contra, recalcan que Jiménez, pese a sus disfunciones sexuales, en todo momento es consciente de sus actos y sabe discernir entre el bien y el mal.