El marido de Benita del Valle, la mujer que desapareció el pasado 1 de marzo en el vallisoletano barrio de Pajarillos, acudió ayer a la comisaría para confesar que es el autor de la muerte de su compañera, a la que supuestamente descuartizó para deshacerse del cadáver.

En Valladolid, E.R.R., de 53 años, se entregó ayer por la mañana después de que en las últimas jornadas se viera presionado por el hallazgo en el río Duero, a la altura de Tordesillas, de varias extremidades amputadas y de la cabeza de una mujer. Benita del Valle y su compañero habían iniciado los trámites para separarse, aunque convivían en el mismo domicilio.

Fuentes de la investigación explicaron que, aunque continúan las investigaciones para identificarla, aseguraron que tienen la certeza de que se trata de Benita del Valle porque, tras oír a su marido, los distintos aspectos concuerdan, entre otros las características físicas. El cerco investigador se cerró el pasado jueves, 4 de mayo, cuando se encontró un brazo amputado con un corte limpio en la localidad de Villanueva de Duero. Dos días más tarde, la cabeza de una mujer de pelo rubio y con un pendiente colocado en la nariz fue encontrada, metida en un saco, en el Duero a su paso por la localidad de Tordesillas, donde también se hallaron dos piernas, en este caso introducidas en una bolsa de deporte.

Los forenses del Instituto de Medicina Legal han confirmado que las extremidades y la cabeza corresponden a la misma mujer, cuyo cadáver fue descuartizado con una herramienta mecánica, que podría ser una radial. Los análisis también han permitido concretar que la muerte se produjo hace un mes.