El pleno del Consejo Escolar del Estado, el máximo órgano consultivo del Ministerio de Educación, aprobó ayer una propuesta en la que se reclama al Gobierno la derogación de los Acuerdos entre España y la Santa Sede de 1979, que amparan el mantenimiento de la clase de Religión católica dentro del horario lectivo de las escuelas, porque a su juicio "son contrarios a los derechos de los ciudadanos contemplados en la Constitución". El Consejo decidió, asimismo, reclamar al Gobierno que ninguna confesión religiosa pueda impartir su doctrina en la escuela.

La decisión de exigir que se denuncien los pactos con el Vaticano se adoptó a propuesta del sindicato docente STES y contó con 13 votos favorables y 13 contrarios, pero el apoyo de la presidenta del organismo, Marta Mata, permitió que prosperase. Lo acordado se incluirá en el informe de recomendaciones que se remitirá al Ministerio de Educación para que lo tenga en cuenta en la elaboración de la reforma educativa.

El Consejo considera que, de mantenerse la materia confesional, tampoco es adecuado establecer una alternativa para aquellos alumnos que no deseen cursar la asignatura religiosa.

De igual modo, y a propuesta del sindicato CCOO, el pleno rechazó la implantación de la asignatura de Educación para la Ciudadanía, que el ministerio pretendía introducir en algunos cursos, porque "se deben impartir valores a los estudiantes de forma transversal en todos los niveles y etapas". También salió adelante una enmienda que propugnaba que la elección del director quede en manos del consejo escolar de cada centro.