Después de dos semanas escrutando la mayor extensión de suciedad en el mar jamás creada por el hombre, las tripulaciones del buque New Horizon y el velero Kaisei vuelven a casa sorprendidas por la magnitud de los desechos. Sabían que la denominada gran isla de basura del Pacífico, ese lugar al que van a parar los desperdicios –la mayor parte, plásticos de diminuto tamaño debido a los efectos del agua y el sol– trasladados por las corrientes oceánicas, era gigantesca, pero han tenido que llegar hasta allí para percibir su tamaño aproximado."Hemos encontrado desechos plásticos en más de 100 puntos dentro de un radio de más de 900 millas. Estoy sorprendido. No esperaba tantos residuos", escribió hace unos días, a bordo del New Horizon, Doug Woodring, empresario, ecologista y mecenas del proyecto Kaisei, del que también forma parte el velero del mismo nombre. Se trata de la primera empresa destinada a estudiar y delimitar el gran vórtice de residuos, en el noreste del archipiélago de Hawái. "Sólo hemos arañado la superficie –continuó Woodring–. Es triste, porque hay una enorme extensión oceánica que no hemos inspeccionado. Hay mucho más de lo que hemos podido observar en dos semanas".DEL ANIMAL AL HOMBRE Si bien el objetivo del New Horizon y el Kaisei es idéntico, sus trabajos son distintos. El primero está enfocado en el impacto del plástico sobre la vida marina en el Pacífico, el segundo intenta dar con formas de limpiar los desechos sin dañar esa misma vida. Desde el Kaisei, Troy Brajkovich escribió el sábado sobre uno de los más inquietantes efectos secundarios de la isla de basura del Pacífico: la posibilidad de que animales que vayan a ser consumidos por los humanos hayan consumido a su vez los residuos que abundan en la zona. "No estamos seguros de que los plásticos hayan entrado en la cadena alimentaria, pero la cantidad de desechos es tan asombrosa que me sorprendería que no estuviesen presentes en el marisco que compramos en las tiendas o comemos en los restaurantes".La del Pacífico no es la única región de estas características. Hay zonas similares, si bien menos extensas, en el Atlántico y el Índico. Con una producción mundial de 60.000 millones de toneladas de plástico al año, de las que solo se recicla el 5%, la basura marina no hace más que crecer.