Los 44 alumnos y tres profesores de los Maristas de Gerona que el pasado 4 de abril visitaron la central nuclear de Ascó aprobaron ayer el examen más insólito de su vida: un control de radiación. "Como era de esperar, no hay ninguna presencia de actividad radiológica. Lo que confirma la irrelevancia de la emisión", explicó, aliviado, Eugeni Vives, portavoz de la Associació Nuclear Vandellòs-Ascó. Antes de las pruebas, Vives reiteró que los alumnos no habían corrido ningún peligro durante la visita a la planta atómica. "Pero dada la intranquilidad que este suceso ha despertado en los padres, la central les ha ofrecido la posibilidad de pasar este control", dijo.