Apenas 40 horas después de su inicio, los servicios de extinción de incendios daban por controlado ayer por la mañana el fuego declarado en Sierra Nevada a causa de la hoguera realizada por unos senderistas que se habían perdido. No obstante, durante todo el día se mantuvo el dispositivo aéreo para refrescar la zona. Las llamas han calcinado 2.610 hectáreas, aunque los trabajos contrarreloj de más de 500 técnicos y voluntarios han dado su fruto y sólo un 20% del terreno quemado (500 hectáreas) corresponde al Parque Nacional de Sierra Nevada, el de mayor riqueza ecológica.

La mala suerte ha influido en la expansión de las llamas en el mayor espacio de biodiversidad de la UE, ya que el fuego comenzó a primera hora de la noche, cuando los medios aéreos --única forma de acceder a una zona de barrancos y precipicios-- no pueden actuar, en una zona alta y de vientos muy variables. En esa noche se quemó el 80% del espacio calcinado.

La mayor superficie quemada, el 70%, corresponde al parque natural. Ninguno de los ecosistemas singulares de Sierra Nevada ha resultado dañado, aunque sí una zona de pinares y numerosas fincas de castaños, nogales, almendros y colmenas.