Como todos los veranos, el fuego hace días que ha hecho aparición en el monte español, cebándose especialmente en el municipio gaditano de Conil, donde ya se han registrado cuatro incendios en una semana, y en Galicia, donde ayer se logró controlar el primer fuego que ha obligado a desplegar el nivel 1 de máxima alerta ante la proximidad de las llamas a las viviendas. No obstante, en la comunidad gallega otros diez focos menos importantes seguían ayer activos. Las llamas no respetan territorio y aparecieron también en Valencia, esta vez de la mano de tormentas secas, donde en las últimas horas se originaron 30 incendios de pequeño tamaño que afortunadamente fueron extinguidos.

Conil de la Frontera está siendo especialmente castigada este verano ya que el incendio en Cabo de Roche ha sido el cuarto desde el 10 de julio. Este último foco surgido en el Cabo de Roche y que logró controlarse ayer afectó a 80 hectáreas. Sin embargo, el incendio que más peligro ha tenido para las poblaciones surgió en Galicia, en el término coruñés de Carnota. Las autoridades consiguieron ayer controlarlo después de tres días de fuego activo