La fiscalía de Düsseldorf, que está investigando al copiloto del avión de Germanwings que se estrelló el pasado 24 de marzo en los Alpes franceses, ha descartado "especular" sobre cuáles fueron los motivos que llevaron a Andreas Lubitz a actuar de ese modo.

No obstante, en una nueva nota, ha aclarado que el copiloto recibió hace varios años, antes de obtener su permiso como piloto, "atención psicoterapeútica por tendencias suicidas" durante un periodo prolongado.

TRASTORNO DE ANSIEDAD

La prensa francesa y alemana ofreció el domingo nuevos datos sobre la salud del copiloto Andreas Lubitz quien sufría un trastorno de ansiedad generalizada por el que le habían recetado un medicamento neuroléptico, según 'Le Parisien'.

Los médicos que le trataron, según relata el medio, le habían administrado inyecciones de Olanzapina y le habían recomendado que practicara mucho deporte para recuperar la confianza en sí mismo.

Lubitz, de 27 años, que estrelló de forma deliberada el aparato cuando este cubría el trayecto entre Barcelona y Düsseldorf, sufría también al parecer de problemas de sueño, para el que se le había prescrito Agomelatina.

DESPRENDIMIENTO DE RETINA

El diario alemán 'Bild' informó que Lubitz estaba siendo tratado por un posible desprendimiento de retina que le hacía temer el fin de su carrera como piloto.