Amor por una hija, por un padre o por una madre; amor por un abuelo, por un tío o un sobrino; amor por el chocolate, por la música o por el arte: amor sin fronteras y sin limitaciones; amor por una nevera repleta de alimentos del parado que espera en una larga cola de la oficina del Inem; amor a una limpiadora de un metro, amor por un trabajo o por un simple amanecer, millones de amores repartidos por todo el mundo y amores de todos los colores. Esto es lo que han reflejado las 314 cartas --268 por e-mail y 46 por correo postal-- que ciudadanos procedentes de todo el mundo han presentado en el Concurso Cartas de Amor Pablo Neruda organizado por la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Coria, una iniciativa que nació el año pasado y que enamora ya a hombres y mujeres de los cinco continentes.

Una buena gramática, no tener faltas de ortografía, y, sobre todo, "que te remueva algo por dentro", son, según Marisol Núñez y María Luisa Rodríguez, responsables de la Biblioteca Municipal y promotoras de la idea, los requisitos principales que el jurado de este certamen ha tenido en cuenta a la hora de elegir la carta de amor ganadora.

Unos requisitos que sí ha logrado reunir, José Ignacio Señán Cano, un madrileño banquero ya prejubilado que ha conseguido emocionar al jurado con su carta de amor que ha viajado desde la capital de España hasta la ciudad cauriense con el título En el frente . "Se trata de una historia en la que una mujer añora a su marido, Carlos, que está en el frente, en la que he pretendido darle importancia a las cosas cotidianas dentro del contexto de una guerra, al mismo tiempo que he tratado de desdramatizarla", comenta el ganador de esta edición que ha sido la primera vez que ha participado. "Me parece muy bien este concurso y que a las cartas de amor se les dé una visión distinta, ver el amor desde otro angulo", señala.

El certamen, que este año ha cumplido su segunda edición, es un halo de esperanza y de luz en un tiempo de prisas, estrés y donde la palabra crisis camina junto a cada una de las personas día y noche. En este caso, el amor ha vencido y ha mostrado que hoy por hoy no tiene fronteras y que une a los ciudadanos de todo el mundo, independientemente de la edad y del sexo.

El jurado tampoco lo ha tenido fácil, tanto por la calidad de las cartas de amor como por el sentir tan profundo que han transmitido muchas de ellas. "Este año que he formado parte del jurado, he llorado porque además hay muchas cartas de desamor", confesaba ayer la concejala de Cultura, Cándida Delgado. En su caso, asegura que cuando el año pasado le propusieron la idea no dudó en llevarla adelante. "Me pareció genial, me encantó, es un concurso muy modesto porque no hay un gran premio, pero es muy romántico", señala.