Inmunizar primero al mosquito para evitar que contagie la malaria a los seres humanos. Este es el principio de la investigación que un equipo de científicos de la Universidad Johns Hopkins de Baltimore publica en Proceedings of the National Academy of Sciences y que se basa en mosquitos manipulados genéticamente para que sean resistentes a uno de los parásitos que causan la enfermedad. La malaria es endémica en amplias zonas de Africa, Asia, Centroamérica y Suramérica, infecta a unos 300 millones de personas cada año y mata a unos dos millones de individuos, sobre todo niños.

Fueron modificados con un gen que impide la infección causada por el parásito P. Berghei. Los expertos han demostrado que estos transgénicos tienen un promedio de supervivencia un 50% superior a los mosquitos infectados y que son más fértiles. Como resultado, pasadas nueve generaciones de mosquitos, los transgénicos constituyen el 70% de la población estudiada en el laboratorio. "Hasta ahora nadie había logrado demostrar que estos mosquitos transgénicos pueden tener una ventaja sobre los no transgénicos", afirman los autores de la investigación.

Este estudio abre la puerta a una forma de luchar contra la malaria: liberar los mosquitos transgénicos y esperar a que se impongan a los naturales. En este sentido, los científicos avisan de que su experimento está en las primeras fases y que habrá que esperar "entre 10 y 20 años" para plantearse esta posibilidad. Uno de los escollos a superar es comprobar que los resultados positivos con el parásito P. Berghei se repiten con el Plasmodium falciparum , el que afecta a humanos.