La crecida del Ebro ha inundado más de 4.000 hectáreas en los pueblos de la Ribera Alta de la provincia de Zaragoza, que se enfrenta a una segunda avenida en menos de quince días con graves consecuencias para las cosechas de invierno y las tierras de cultivo.

Los alcaldes de los municipios de Novillas, donde ya ha llegado la punta de la crecida, Gallur, Boquiñeni, Pradilla y Alcalá de Ebro han explicado a EFE que esta avenida provocará daños irreparables en las cosechas, por lo que han reclamado soluciones urgentes para que riadas ordinarias como ésta no provoquen tantas afecciones.

Novillas es la primera localidad por la que entra el Ebro a la provincia de Zaragoza, y su alcalde, José Ayesa, ha explicado que el río ya ha "reventado un dique" en la margen izquierda y ha anegado unas 1.700 hectáreas de campos de cultivo.

El pueblo vive con "mucha preocupación" esta nueva avenida, a pesar de que no hay peligro para el casco urbano, ha indicado Ayesa, quien ha hecho hincapié en que son necesarias soluciones urgentes para proteger a los municipios más cercanos al cauce del río.

Esta crecida, provocada por las intensas lluvias registradas en el norte de la cuenca y el deshielo, también ha afectado de manera importante al término municipal de Gallur, donde otras 1.500 hectáreas han quedado anegadas.

El alcalde, Antonio Liz, ha dicho a EFE que la punta de la crecida se espera para esta medianoche, y ha lamentado que "llueve sobre mojado", por lo que ya se pueden dar por perdidas las cosechas de trigo, alfalfa, guisantes o brócoli, entre otras.

El casco urbano de esta localidad está a salvo, ya que el nivel del río no supera los 2.000 metros cúbicos por segundo, pero en el caso de Pradilla, ya se ha inundado un parque infantil y el campo de fútbol, además de unas 150 hectáreas de cultivos.

El alcalde, Luis Enrique Moncín, ha dicho a EFE que no hay más peligros, ya que los diques aguantan, pero no ha descartado problemas si hay una riada mayor, porque estos muros de contención son de tierra y "se reblandecen" con avenidas de agua tan seguidas.

En este mismo sentido, el alcalde de Boquiñeni, Juan Manuel Sanz, ha reconocido que están cansados de vivir con esta incertidumbre y ha insistido en que la solución es dragar el río a pesar de lo que digan los ecologistas, a quienes emplazó a que "se acerquen al pueblo a explicar por qué no" hacerlo.

"Ellos no saben lo que es convivir con el río" y luchar continuamente por mantener "nuestra forma de vida", ha lamentado Sanz, quien ha indicado que ya se han inundado 300 hectáreas.

Ha señalado que si se opta por laminar el agua en las huertas de los pueblos de la Ribera Alta del Ebro para reducir su impacto en Zaragoza habrá que ofrecer "medidas compensatorias".

En Alcalá de Ebro las hectáreas inundadas ascienden a 400, pero son sobre todo choperas, según ha asegurado su alcalde José Miguel Antón, quien ha apostado igualmente por el dragado del río para solucionar el problema de las inundaciones.

Según las previsiones de la Confederación Hidrográfica del Ebro, la punta de la avenida llegará a la capital aragonesa la madrugada del sábado al domingo, con un caudal de entre 1.500 y 1.700 metros cúbicos por segundo, menos de lo esperado.

A las 19.00 horas de hoy, la altura del Ebro en Zaragoza es de 3,99 metros y su caudal de 1.317 metros cúbicos por segundo. El Gobierno de Aragón activó ayer la fase de preemergencia del Plan Especial de Protección Civil de Emergencias ante Inundaciones, en previsión de que se registren desbordamientos del río.

El caudal máximo de este año se registró el 30 de enero con 1.469,20 m3/s y 4,26 metros de altura, mientras que el récord de 2008 fue el 4 de junio, cuando el río bajaba con 1.574,9 m3/s y 4,29 metros de altura.