La crecida del Ebro por las últimas lluvias solo causará afecciones a la agricultura y no se esperan precipitaciones que impidan la celebración de la inauguración de la Exposición Internacional de 2008 de Zaragoza el 13 de junio, según las previsiones de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE). Su presidente subrayó que las medidas adoptadas para evitar afecciones al recinto "pecan de muy prudentes" y aseguró que la crecida no afectará al escenario Iceberg, que está dentro del cauce del río e inaugura la muestra.

La CHE afronta la situación "con tranquilidad", ya que el caudal está lejos de la avenida del 2007, cuando alcanzó 2.300 m3/s.