"Las universitarias no son conscientes de que tendrán menos oportunidades que sus compañeros". Es difícil imaginarse que una mujer joven y preparada en pleno siglo XXI, en el que la palabra igualdad se acentúa y no se deletrea, tenga limitaciones por su sexo. "Pero aún falta mucho por hacer. La sociedad está convencida de que la igualdad ya es real, pero es mentira".

Es lo que piensa Flor Fondón, presidenta de la Asociación de los Derechos Humanos de Extremadura (Adhex). "Hombres y mujeres no somos iguales en ningún ámbito de la vida por mucho que la cúpula del gobierno sea paritario. Sigue habiendo más paradas que parados, las mujeres cobran sueldos inferiores, sufren en mayor medida el acoso sexual en el trabajo, ocupan menos puestos de decisión... Y luego, a las organizaciones que luchamos por este derecho se nos acusa de trasnochadas. La reivindicación de la igualdad es tan vigente ahora como a mediados de siglo".

Sobre este y otros aspectos, mujeres de Bolivia, Paraguay, Uruguay y España están debatiendo en Cáceres desde ayer en el II Encuentro Internacional para el Fortalecimiento de la Red de Mujeres Ciudadanas para la Cooperación al Desarrollo y la Igualdad de Género. Se trata de un foro para intercambiar experiencias y "abrir caminos de cooperación entre estos países con el fin de desarrollar mecanismos políticos que hagan real la igualdad", destacó ayer la consejera de Igualdad y Empleo, Pilar Lucio, en la inauguración de la jornada, a la que también asistieron la vicepresidenta de la Junta, Dolores Pallero, la alcaldesa de Cáceres, Carmen Heras, y el presidente de Fundación Ciudadanía, organizadora del evento, José María Rodríguez.

En este encuentro que finaliza hoy, se abordan aspectos que limitan la consecución de este derecho, como es la prostitución, en constante crecimiento en Extremadura. De ello habló ayer la asesora jurídica de Adhex, Beatriz Cercas. "Somos contrarias a la regularización de la prostitución porque perpetuaría lo que entendemos como violencia de género y perjudicaría el abandono de la trata de mujeres", explica Fondón.

Las 2.000 prostitutas, en su mayoría víctimas de trata de personas, que ejercen en la región sufren violaciones de los derechos humanos, "como lo sufren los inmigrantes en general y las reclusas de nuestras cárceles", explica la presidenta. Pero también se atenta contra los derechos humanos de colectivos que no están en riesgo de exclusión. Los abusos laborales de muchos empresarios es otro de los ejemplo de violaciones a este derecho que se producen en la región. La brecha digital y la violencia de género pusieron la nota final a una jornada que se escribe en femenino.