La infanta Cristina dio a luz ayer por la tarde, en la Clínica Teknon de Barcelona, a su cuarto hijo, una niña a la que, según anunció el padre, Iñaki Urdangarín, pondrán Irene. El nacimiento del sexto nieto de los Reyes --la segunda niña tras Victoria Federica, hija de los duques de Lugo-- cogió a casi toda la familia real fuera de España, pese a que se esperaba con impaciencia desde hacía días.

Juan Carlos recibió la noticia cuando se encontraba en París, presenciando la victoria del tenista mallorquín Rafael Nadal en Roland Garros. La reina Sofía hacía rato que había abandonado el palco para volver a Barcelona junto a su hija menor.

En cuanto al príncipe Felipe y Letizia, expresaron ayer su alegría por el nacimiento de la primera hija de los duques de Palma al recibir la noticia cuando se encontraban en el vuelo de regreso de la visita oficial a Japón. Cristina de Borbón y Grecia dio a luz a la niña a las 15.55 horas de la tarde por parto normal y la criatura pesó 3.685 gramos y midió 50 centímetros, según informó el doctor Manuel García Valdecasas, que ya atendió a la duquesa en sus tres partos anteriores, asistido por el doctor Alfonso Vergés. Según fuentes de la Casa Real, tanto la niña como la madre se encuentran en perfecto estado de salud.

Iñaki Urdangarín señaló que tanto su esposa como él están "muy felices" con su nuevo hijo, independientemente de ser niño o niña, y añadió.

Respecto a la elección del nombre para su hija, el duque de Palma explicó que la niña se llamará Irene "por su significado" --paz, en griego-- y "por la belleza del nombre en sí mismo", además de que es el nombre de la tía materna de la infanta.

La infanta Elena fue la primera en llegar a la clínica barcelonesa, a las 18.20 horas, para conocer a la hija de su hermana.