Han hecho falta más de dos años de obras, más de 1.000 millones de euros y mucha cabezonería para ignorar la crisis galopante y sacar adelante a un gigante que ya es una realidad y rompe cualquier récord escrito hasta ahora en el sector de los cruceros, que el año pasado ya hizo pasar por España a 5,8 millones de viajeros. El Oasis of the seas, de Royal Caribbean, el mayor barco de pasajeros jamás construido --con capacidad para hasta 6.300 pasajeros y más de 2.100 tripulantes-- se estrenó ayer oficialmente en Fort Lauderdale (Florida) con el propósito, ya cumplido, de revolucionar el único sector turístico que sigue en alza pese a la recesión. El barco es una auténtica ciudad marina que incluso cuenta con siete barrios, pesa 225.000 toneladas y mide 360 metros.

Tras su traslado desde Finlandia hasta EEUU, el Oasis vivió ayer su prueba de fuego al partir del puerto de Fort Lauderdale con miles de periodistas y de agentes de viajes de todo el mundo a bordo para un fugaz periplo de 48 horas que probó que no solo flota con sus 2.706 camarotes al completo, sino que aguanta con solidez la embestida de un mar agitado y de una tormenta como la que ayer acompañó el estreno.

El presidente de la compañía, Adam Goldstein, explicó que la construcción ha sido tan compleja como la organización logística para evitar aglomeraciones en un buque que saca más de 60.000 toneladas y 23 metros al que hace tres años batió récords, también de Royal Caribbean.

A PARTIR DE 700 EUROS El nuevo barco se destaca por crear múltiples espacios para evitar los tumultos e incorporar un parque con 13.000 plantas y árboles y playas artificiales a bordo. Goldstein no quiere especular con las fechas, pero contempla que en los próximos años el Oasis haga escala en Barcelona. De momento, los viajeros interesados tendrán que viajar a Florida, con la ventaja de que la crisis ha reventado los precios y hace posible zarpar en el megacrucero a partir de 700 euros.